martes, 25 de marzo de 2008

Hemos leido. "Manifiesto sindicalista", de Jorge Garrido

El autor, Jorge Garrido, demuestra con este texto algo que no precisaba demostración: su elevada solvencia intelectual, algo que ya conocíamos los que escuchábamos sus intervenciones en los programas de radio intercontinental "La ballena alegre" y "La piel de toro".

Si les confieso la verdad, cuando esperaba a que el libro me llegara por correo, pensé que me encontraría ante un texto de historia ficción. Dar cuerpo teórico a una economía nacionalsindicalista no es moco de pavo. Pero no, se trata de un estudio valiente.

Y con esa premisa de partida, simplemente apunto unas cuantas puntadas que no querría dejar sin hilo. No como crítica agresiva, todo lo contrario, con respeto y admiración hacia el autor.

Los anexos son realmente estupendos. Una selección inmejorable, aunque quizá peque de breve. Sería recomendable en posteriores ediciones hablar con profundidad de Francesco Rizzi, autor de las primeras horas de los teóricos de la economía corporativa, que apareció en las páginas del Patria Sindicalista de los primeros años.

Hay algunos temas esbozados de manera excesivamente breve. Por ejemplo, en la página 42 se echa en falta plantear soluciones al problema del salario. Breve, brevísimo, es el tratamiento que se le da al teletrabajo, en la página 85, más siendo esta una forma de relación laboral llamada a ser, por meras cuestiones tecnológicas, cada vez más empleada.

Por último, hay determinados pasajes, como los referentes a la cooperativa Mondragón o a Keynes que llegan a chirriar. Nada importante, por otra parte.

Un libro que hay que leer. Y para leerlo, antes hay que comprarlo. Compren el Manifiesto sindicalista aquí.

Hemos leido. "La tercera Falange", de Manuel Brants Reyes

La teoría de la tercera Falange no es nueva: la Falange fundacional se sacrificó dando a sus mejores hombres en la lucha por recuperar a España. Asesinada en las chekas y cárceles, derramando su sangre en las trincheras y también dándose cabezazos en luchas intestinas. Oleadas de nuevos militantes, procedentes de una ideología antitética a la de los fundadores no solo llegaron, sino que en muchos casos tomaron las riendas de la misma.

José Antonio, en su circular tan conocida del 24 de junio de 1936, avisó del peligro de

(...) reinstaurar una mediocridad burguesa conservadora orlada, para mayor escarnio, con el acompañamiento coreográfico de nuestras camisas azules.

Sobre esta simple base, Manuel Brants, en un libro cuidadosamente cuidado en su edición por Miguel ángel Vázquez, construye un texto formidable que hay que evitar por todos los medios perderse. Y es que La tercera Falange es más que historia. Es la historia.

Rescatado del anaquel: "Quince años de política social dirigida por Franco", de José Antonio Girón de Velasco

Cuando aparece el nombre de José Antonio Girón de Velasco, la tormenta está próxima. Pero no por ataques de la izquierda marxista o la derecha liberal, que también, sino por las distintas facciones de falangistas hoy se disputan el cadáver exquisito de la doctrina de José Antonio Primo de Rivera.

Independientemente de esa guerra de banderías en la que, al menos de momento, y no por rehuir el combate, no nos queremos meter, leer sus textos, releerlos, siempre aporta vientos creativos, ideas o, como poco, sentimientos.

Este discurso, largo, recogido con un interesante anexo con la reglamentación de trabajo en Quince años de política social dirigida por Franco sirve al que fue durante más tiempo su ministro para hacer una larga declaración de logros obtenidos y de intenciones. La dignificación moral del trabajador, el seguro social, un seguro contra el paro, el mutualismo laboral, la defensa contra el capricho o injusticia, la política de salarios, la solidaridad entre los elementos de producción y tantas y tantas cuestiones de interés van apareciendo en las páginas de este texto.

Resultan de especial interés los epígrafes "nuestro concepto de la empresa"y "participación del trabajador en la dirección de la empresa", que irremisiblemente nos llevan a pensar en ese estupendo texto de Jorge Garrido que pronto comentaremos aquí, "El manifiesto sindicalista".

Hemos leido: "Historia oculta del PCE", de Joan Estruch

Reconozco que cuando tomé este libro entre mis manos, esperaba lo peor. Pero a medida que desgranaba el texto de Joan Estruch encontraba una historia donde las consignas de Moscú, e incluso la delincuencia común que se ocultaron durante décadas tras esas siglas no se disimulaban.

Vemos como la historia del Partido Comunista dista mucho de ser ejemplar: luchas por el poder, purgas, asesinatos de los propios militantes que se apartaban de la linea oficial, esclavitud ideológica con respecto a Stalin...

Los mitos del PCE caen solos: la Pasionaria, ascendida artificialmente en el partido y una vez encumbrada dispuesta a vengarse de quien fue su amante, Francisco Antón, la venganza ejercida contra Nin y otros miembros del POUM, la figura de Carrillo que queda convertida en un saco de pus y heces... muchos factores apuntados en esta Historia oculta del PCE que nos muestra el porqué el partido se hundió en la transición.

Un consejo: no se detengan en la historia del PCE durante la guerra civil. Algunas de sus actuaciones más miserables se dan en la posguerra, envolviendo ese fenómeno de bandolerismo y delincuencia común que fue el maquis.

Rescatado del anaquel:"El laberinto español", de Gerald Brenan

Puede, no, seguro que alguno de los lectores de este humilde blog se quede perplejo al ver un libro editado en su día por Ruedo Ibérico (recordemos, la editorial del exilio antifranquista) como recomendación de lectura.

No es la única ni, desde luego, la mejor edición que ha tenido este clásico, El laberinto español, pero puede que fuera la que más notoriedad le dio. Hoy es posible encontrar este libro con relativa facilidad en librerías de viejo y ocasión (hay una edición a gran escala hecha por Globus que puede encontrarse muy económica).

Y se trata de un libro necesario. Gerald Brenan desglosa, estando de acuerdo con el o no, que eso es otro cantar, los antecedentes y las causas de la guerra civil.

Fuente comúnmente citada en prácticamente todos los libros posteriores a él que trataron el mismo tema, se hace especialmente recomendable su primera parte, la de los antecedentes en sí, donde en un viaje temporal repasa los sucesos de 1874 a 1931, años imprescindibles para entender el holocausto español, la república que devino en guerra civil, y origen de los polvos que nos traen estos lodos.

Resulta interesantísima la referencia al primer anarquista español, de familia de origen carlista, así como citas que avalan la elevada moralidad de los primeros anarquistas españoles, que muestran un contraste infinito con los actuales.

Leanlo y juzguen ustedes mismos.

Hemos leido. "Pueblo, intelligentsia y conflicto social (1898-1923)", de Enrique Selva

El aguijonazo de 1898 despertó algunas mentes durmientes de España. Se puede establecer una cadena que partiría del regeneracionismo de Joaquín Costa (que es algo más que una calle, mal que le pese a algunos), Unamuno, Ramiro de Maeztu, Baroja y otros, hasta Ortega. Y aun apostaría en lo particular por seguir esa línea y concluirla en José Antonio Primo de Rivera.

Pues bien, este libro de Enrique Selva apunta como esos intelectuales vieron la quiebra de valores del siglo XIX y construyeron un nuevo edificio intelectual, dando forja a unas ideas que, y esto es lo importante, sin perder lo bueno que la palabra liberal pueda tener, se orientaron hacia lo que hoy se considera comúnmente por la giliprogresía como fascismo español.

Si todo esto no moviera a la lectura de este Pueblo, intelligentsia y conflicto social (1898-1923), el hecho de que lleva tres anexos con textos de Ernesto Giménez Caballero, fundador de las JONS, carnet número cinco de Falange, bien vale como excusa para hacerse con uno. Y leerlo.

Hemos leido: "Los niños españoles en la URSS (1937-1997)", de Marie Jose Devillard y otros

A pesar de tratarse de un libro incardinado en la llamada memoria histórica, no cae en el vicio de convertir la mentira en hilo narrador.

Obviamente, quien se enfrente a Los niños españoles en la URSS (1937-1977) debe estar dispuesto a encontrarse con un bloque de parcialidad manifiesta, pero aun así... aun así vale la pena expurgar la paja del grano y, sabiendo leer entre líneas, se ve la cara horrorosa del comunismo que resulta imposible de maquillar.

De la mano de Maria José Devillard y otros, nos encontramos con una serie de testimonios y, lo más importante, algún buen anexo documental con datos, que hace del título una obra de consulta que no puede faltar en los anaqueles de los estudiosos de la guerra civil.

A modo de curiosidad, cabe destacar la aparición en diversas ocasiones de la División Azul en el texto. Quien tenga en su memoria el recuerdo de testimonios de divisionarios presos en el gulag soviético, recordará que no en pocas ocasiones se hacía alusión a pilotos y marinos republicanos presos con ellos, a algunos que fueron niños sacados de la España en llamas para caer en el infierno soviético, que con ellos coincidieron. Resulta pues natural esta cita. Justa reciprocidad.

viernes, 14 de marzo de 2008

Aviso importante (que no hace falta leer)


Durante los próximos días, dado que parte del equipo de Palabra y Obra se toma un inmerecido descanso, el ritmo de esta página puede decaer.

Nos hemos asegurado de que partan bien pertrechados de libros, para asegurar a su regreso una batería de nuevas entradas.

Disfruten de la Semana Santa, reflexionen, recen por nosotros si les parece oportuno, y haganlo en todo caso por España.

Y a los valencianos ¡Felices Fallas!

Rescatado del anaquel: "Fusilado en las tapias del cementerio", de Santos Alcocer.

En estos tiempos de memoria histórica resulta interesante rescatar este texto, publicado en distintas editoriales pero hoy ¡oh, casualidad!, silenciado y olvidado.

El autor, Santos Alcocer, quedó en zona roja tras el Alzamiento del 18 de julio, y por los admirados demócratas fue perseguido y detenido un par de veces. Acusado falsamente de espionaje, fue trasladado a Barcelona, donde conoció las delicias del SIM en el barco "Villa de Madrid". Poco después, fue condenado a muerte por el Tribunal Central de Espionaje y Alta Traición.

Pasó a la cárcel Modelo, de donde fue sacado por la noche del 24 de enero de 1939. Recorrió a pie, en una columna que recordaba a las clásicas cuerdas de presos que conoció nuestra piel de toro, varios pueblos de Barcelona y Gerona.

Cuando iba a ser fusilado, logró escapar. Llegó a Francia atravesando los Pirineos y pudo llegar a la España nacional.

Si todavía cree usted que los rojos eran buenos buenísimos, seres seráficos que solo traían pan y bien, y que fueron asesinados y masacrados por los malditos fascistas, necesita urgentemente leer este libro, Fusilado en las tapias del cementerio. Se curará sin ningún género de dudas.

Hemos leido: "La amarga pasión de Cristo", de Ana Catalina Emmerich

Creo que pocos lectores no conocerán la película "La pasión de Cristo", de Mel Gibson. Cuando le preguntaron cómo se le ocurrió la idea de la película, respondió que un día, meditando en el despacho sobre su nuevo proyecto, un libro cayó del último anaquel de su librería, de manera que quedó abierto, delante de él, en su mesa de trabajo. Se trataba de La amarga pasión de Cristo, de la monja agustina Ana Catalina Emmerich.

Esta religiosa, enferma y estigmatizada, permaneció inmóvil en su casa desde 1813 hasta su muerte, donde tuvo múltiples visiones. Estas, que fueron recogidas, incluían esta obra, clásica desde su aparición en 1833.

En ella se nos narran los hechos sucedidos desde la Última Cena hasta su resurrección con el detalle propio de un testigo ocular, como si ahí hubiera estado para contemplarlo todo.

Más que un drama, parece casi un reportaje de uno de los momentos más trascendentales de la cristiandad, del mundo.

Juan Pablo II declaró Venerable a la autora.

Textos de ayer para hoy. "Los "punks"", de Alfonso Paso


El texto que presentamos, Los "punks", de Alfonso Paso es un recorte de un periódico, en concreto de ABC, de los años 70.
Pero resulta un texto eterno.

Disfrutenlo.

(Para verlo en grande, basta con hacer "click" con el ratón encima de la imagen).

Rescatado del anaquel: "Las indias no eran colonias", de Ricardo Levene

La leyenda negra nos persigue, nos acorrala, nos acosa, nos humilla y nos pierde. Pocos textos como este demuestran que la verdad reluce más que el sol.

Así, Ricardo Levene nos muestra como las Indias no eran colonias o factorías, sino provincias, reinos, señoríos, repúblicas y lo razona aportando legislación, la doctrina de los grandes juristas, economistas y publicistas, donde cabe destacar el primer capítulo, en el que se enaltece el papel que tuvo la gran reina Isabel la Católica.

Es este Las indias no eran colonias un texto que es necesario recuperar. Recuperar y convertir en manual escolar, sustituyendo quizá a la educación para la ciudadanía.

Hay un capítulo que vale su peso en oro: en el capítulo IX el autor toma al héroe por excelencia, al Cid Campeador, como arquetipo de los héroes hispanoamericanos.


Busquen este libro, no dejen de hacerlo... y ponganlo en la mesita de noche de sus hijos. No solo ellos se lo agradecerán. también lo hará España.

Rescatado del anaquel: "La noche de la verdad (flash back, flash forward)", de Alfonso Paso

De nuevo, Alfonso Paso. Y es fácil decir "de nuevo", pues es un autor que se renueva en cada obra de teatro, en cada página, en cada línea.

Esta obra, estrenada en el teatro Arniches en 1970, con la participación de una jovencita Paloma Paso Jardiel es más que una obra de teatro, es casi un tratado de psicología.

Es una obra imperecedera, en tanto en cuanto lo es el material con el que trabaja: las personas, sus sentimientos y sus relaciones. Relaciones que el autor describe magistralmente, como pocos han sabido hacerlo. Como solo saben hacerlo los mejores, los que pueden ser llamados maestros.

Y si leerlo resulta apasionante, verlo representado se convierte en algo necesario. Se hace imprescindible un grupo honrado de teatro que se atreva a volver a colocar a Alfonso paso, y en concreto a La noche de la verdad (flash back, flash forward) donde es necesario que esté: encima de los escenarios.

Rescatado del anaquel: "José Antonio al S.E.U.", de José Antonio Primo de Rivera

¿Aporta algo este pequeño, pequeñísimo librito? (50 páginas en formato A7, casi una tarjeta de visita). ciertamente, excepto el prólogo de José Mª Moro, falangista de primera hora que estrenó el SEU junto a sus camaradas Eugenio Lostau y Rafael García Serrano, todo lo que contiene está difundido una y mil veces, en cualquiera de las ediciones de las obras completas de José Antonio Primo de Rivera, en recopilaciones varias, en anexos de distintos libros, etc.

No es pues el contenido lo que hace de este libro, el número 1 de las ediciones para el bolsillo de la camisa azul algo recomendable. Es el libro en sí.

Una edición entrañable, y me resisto a decir que irrepetible, porque se que en algún momento se repetirá y el prólogo se confeccionará con el mismo amor y ardor guerrero, quizá por algún niño que aun juega en los alrededores de su cuna, una edición que se adhiere al corazón que late bajo cada camisa azul. Este José Antonio al S.E.U. es parte de la historia de España, piedra ornamental, si, pero preciosa del edificio de la Falange y, por supuesto, eco de la vigencia de algo que no es una forma de pensar, sino una manera de ser.

domingo, 2 de marzo de 2008

Hemos leido: "Artillería en la División Azul (Krasny Bor)", de Antonio de Andrés y Andrés.

Un libro de memorias de un divisionario. Quizá uno más. ¿O no?.

Pues no. Hay algo en este Artillería en la División Azul (Krasny Bor) que lo hace sino único, si singular. Su estilo de redacción es muy cuartelero, llegando a emplear un lenguaje un tanto fuerte, pero esto, lejos de convertirse en un defecto se troca en virtud. Le da "sabor de combate".

Además, el apéndice fotográfico que acompaña a esta obra del que fue en Rusia capitán Antonio de Andrés y Andrés, es garantía de por sí de satisfacción con la obra para aquellos interesados en la militaria en general y en la División Azul en particular.

Aun destacando la descripción de los combates, hay algo en este libro, en el final de este libro, que es hay que agradecer: la descripción del retorno. La llegada de los trenes, el reencuentro con España... más allá de la diferencia de tratamiento que les dieron con el recibido en Alemania, una anécdota, la del robo de su equipaje en la estación española, habla, creemos, por si sola.

Leanlo, disfrutenlo.

Hemos leido. "Secuestrados", de José María Zavala



Aunque seguimos con atención hace tiempo al autor, este libro, de los primeros, de José María Zavala ha llegado tardíamente a nuestras manos.

Y es una pena.

Con el buen estilo que es característico al autor, y con un detalle y despliegue documental digno de elogio, en Secuestrados se hace un repaso a los secuestros que conmovieron a España: Diego de Prado y Colón de Carvajal, el Dr. Iglesias, Villoslada, Orbegozo, Ortega Lara...

Y a pesar de que hay fragmentos en algunos capítulos que son verdaderamente notables (el secuestro del que fue divisionario y padre de Julio Iglesias, el Dr. Iglesias, está plagado de momentos memorables), es la descripción que hace del cautiverio de Ortega Lara el que coloca a este pequeño libro en primera línea de estantería, el que lo hace totalmente recomendable y tiene que evitar que la memoria nos traicione. No podemos dejar algo así a la intemperie para que el sol y la lluvia lo borren.

Hemos leido. "Muertes paralelas", de Fernando Sánchez Dragó.

Es Fernando Sánchez Dragó un autor muy particular. Con todos los naipes en la mano para lanzar un repoker en el mundo de lo políticamente correcto, hijo de fusilado por los nacionales y represaliado en la movida estudiantil del 56, se lanza con arrojo por el tobogán de lo políticamente incorrecto y no lanza improperios cuando se habla de un personaje tan demonizado hoy como José Antonio Primo de Rivera.

Hay que reconocer que en este volumen, Muertes paralelas, ha escrito más que "El Tostado". Una revisión a muertes nada accidentales, de entre las que destaca dos, la del personaje ya citado y la de su propio padre. Un libro muy valiente y, aunque extenso, de lectura rápida y placentera.

Si tuviera que lanzar una pega sobre lo que el libro dice, un pero al autor, sería una simple llamada de atención: Sr. Sánchez Dragó, fuera de las lindes de la Falange Auténtica también hay color azul. Ni todos los que militan dentro son seráficos ángeles azules, que también granujas de medio pelo se cobijan allí, ni todos los que fuera de esa órbita andamos, y nos decimos falangistas o joséantonianos, somos macarras con la céltica o la esvástica tatuada en las nalgas. Es injusto caer en ese maniqueísmo, que usted mismo condena.

Ahorre tiempo, no lea "Mis picas en Flandes", de Luis Carandell

Generalmente los libros del desaparecido (q.e.p.d.) Luis Carandell son entretenidos y una fuente de sano entretenimiento.

Este volumen, Mis picas en Flandes, son una rara excepción. Al tratarse de un libro de memorias, y ser esta por definición algo tremendamente subjetivo (de ahí, por ejemplo, nuestras críticas a la tan manida "memoria histórica"), el bueno de Luis cae en sus propias trampas y pinta su devenir histórico tal y como el cree que fue, tal y como su memoria lo fue deformando.

La revisión a la España que vivió, en particular al periodismo, concuerda al 100% con el cuento giliprogresista y maniqueo que convierte en buenos y malos, sin posible excepción, a todo bicho viviente que se cruzara pro su camino. Con gradaciones, si. Parece ser que cuanto más rojo sea uno, más bueno es, o viceversa.

Vamos, que si su deseo es leer una historia de ficción, adelante. Aunque particularmente recomendemos antes la consulta revisitada de los cuentos de Perrault, que para el caso están mejor escritos y son más entretenidos.