A pesar de tratarse de un libro incardinado en la llamada memoria histórica, no cae en el vicio de convertir la mentira en hilo narrador.
Obviamente, quien se enfrente a Los niños españoles en la URSS (1937-1977) debe estar dispuesto a encontrarse con un bloque de parcialidad manifiesta, pero aun así... aun así vale la pena expurgar la paja del grano y, sabiendo leer entre líneas, se ve la cara horrorosa del comunismo que resulta imposible de maquillar.
De la mano de Maria José Devillard y otros, nos encontramos con una serie de testimonios y, lo más importante, algún buen anexo documental con datos, que hace del título una obra de consulta que no puede faltar en los anaqueles de los estudiosos de la guerra civil.
A modo de curiosidad, cabe destacar la aparición en diversas ocasiones de la División Azul en el texto. Quien tenga en su memoria el recuerdo de testimonios de divisionarios presos en el gulag soviético, recordará que no en pocas ocasiones se hacía alusión a pilotos y marinos republicanos presos con ellos, a algunos que fueron niños sacados de la España en llamas para caer en el infierno soviético, que con ellos coincidieron. Resulta pues natural esta cita. Justa reciprocidad.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario