
Pues bien, este libro de Enrique Selva apunta como esos intelectuales vieron la quiebra de valores del siglo XIX y construyeron un nuevo edificio intelectual, dando forja a unas ideas que, y esto es lo importante, sin perder lo bueno que la palabra liberal pueda tener, se orientaron hacia lo que hoy se considera comúnmente por la giliprogresía como fascismo español.
Si todo esto no moviera a la lectura de este Pueblo, intelligentsia y conflicto social (1898-1923), el hecho de que lleva tres anexos con textos de Ernesto Giménez Caballero, fundador de las JONS, carnet número cinco de Falange, bien vale como excusa para hacerse con uno. Y leerlo.
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