viernes, 14 de marzo de 2008

Rescatado del anaquel: "Fusilado en las tapias del cementerio", de Santos Alcocer.

En estos tiempos de memoria histórica resulta interesante rescatar este texto, publicado en distintas editoriales pero hoy ¡oh, casualidad!, silenciado y olvidado.

El autor, Santos Alcocer, quedó en zona roja tras el Alzamiento del 18 de julio, y por los admirados demócratas fue perseguido y detenido un par de veces. Acusado falsamente de espionaje, fue trasladado a Barcelona, donde conoció las delicias del SIM en el barco "Villa de Madrid". Poco después, fue condenado a muerte por el Tribunal Central de Espionaje y Alta Traición.

Pasó a la cárcel Modelo, de donde fue sacado por la noche del 24 de enero de 1939. Recorrió a pie, en una columna que recordaba a las clásicas cuerdas de presos que conoció nuestra piel de toro, varios pueblos de Barcelona y Gerona.

Cuando iba a ser fusilado, logró escapar. Llegó a Francia atravesando los Pirineos y pudo llegar a la España nacional.

Si todavía cree usted que los rojos eran buenos buenísimos, seres seráficos que solo traían pan y bien, y que fueron asesinados y masacrados por los malditos fascistas, necesita urgentemente leer este libro, Fusilado en las tapias del cementerio. Se curará sin ningún género de dudas.

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