Arturo Pérez Reverte vuelve a indignarse con bíblica cólera ante sus señorías los diputados (esos perdonavidas que, a diferencia del resto del paisanaje, van a trabajar cuando les viene en gana*).
Vuelve la vehemencia de Reverte, de la que ya nos hablara en esta bitácora Luis Erráiz en enero de 2008, aunque ahora no por un éxito literario, sino por el exabrupto contra la cleptocracia nacional.
El artículo "Esa gentuza", ya ha levantado ampollas en la sociedad y en aquellos que se dan muy justamente por aludidos, tanto por su presencia en la Cortes, como por las múltiples gabelas y tremendos emolumentos. Es una muestra de la bilis del ciudadano medio español, aunque haya que esperar que un escritor la vuelque en negro sobre blanco, mientras el "currinche" de turno la hace desaparecer ante el triunfo de su equipo de fútbol, desahogo burgués o proletario ante el hecho de que "el mundo es ansí", como decía Pío Baroja hace casi un siglo.
Examinemos algunas de las palabras del académico cartagenero: "Sigo caminando carrera de San Jerónimo abajo, y me pregunto qué está pasando. Hasta qué punto los años, la vida que llevé en otro tiempo, los libros que he leído, el panorama actual, me hacen ver las cosas de modo tan siniestro. Tan agresivo y pesimista. Por qué creo ver sólo gentuza cuando los miro, pese a saber que entre ellos hay gente perfectamente honorable. Por qué, de admirar y respetar a quienes ocuparon esos mismos escaños hace veinte o treinta años, he pasado a despreciar de este modo a sus mediocres reyezuelos sucesores. Por qué unas cuantas docenas de analfabetos irresponsables y pagados de sí mismos, sin distinción de partido ni ideología, pueden amargarme en un instante, de este modo, la tarde, el día, el país y la vida."
----------
*Nota: Ocho meses al año, conforme al artículo 73.1 de la Constitución. Además, el hemiciclo vacío o casi no se halla en tan lamentable estado por trabajos parlamentarios en otra sede: el Reglamento del Congreso prohíbe expresamente que se reúnan al mismo tiempo el pleno y las comisiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario