En él se nos habla de Miterrand, pero no del gran estadista socialista y europeo que recuerda nuestra memoria, sino de ese joven que tenía amistades peligrosas en círculos fascistas y antisemitas.
Ahora que ese engendro de "memoria histórica" está de moda, podría hacerse una reedición de este François Miterrand, una juventud francesa, un libro que nos recuerda a ese joven procedente de una familia católica, conservadora, patriota y de la alta burguesía que acaba como presidente de Francia.
Y es que pocos conocen de su paso por los "Voluntarios Nacionales", agrupación que suele ser etiquetada de ultraderechista, de la asistencia a sus actos y de los artículos que escribe en esa época.
Como poco se conoce de su paso por el frente, y de como en esos dos años que pasa como prisionero tras perder la guerra parecen transformarle y sembrar la semilla del Miterrand que si, todos recordamos.
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