lunes, 4 de enero de 2010

Hemos leido: "Elegidos para la gloria", de José Luis Jeréz Riesco


Libros como este, Elegidos para la gloria, que hoy comentamos, bastarían para justificar la existencia de pequeñas y valerosas editoriales como ENR.

En él, el profesor José Luis Jerez Riesco nos desgrana la historia de los Palmas de Plata de la Falange. Tanto la historia de la recompensa en sí como de sus poseedores... Asturias, Sevilla, Madrid... retazos de nuestra piel de toro regada con la sangre de nuestros mejores. Una historia compuesta de pequeñas historias que, de ser estadounidenses, hubiera dado para grandes producciones cinematográficas.

Una historia de sangre que acaba en Alicante, con la Palma de Oro, con el caído por excelencia, con José Antonio Primo de Rivera.

Acabemos con un párrafo de Juan Francisco Yela Utrilla, palma de plata de Falange, sobre esta distinción que se glosa en el volumen:

Nuestras distinciones, recompensas, honores serán de este modo signos de realidad, no huecas realidades carentes de significación: también el brillo del sol es algo, no ya por su apariencia tan excelsa y radiosa, sino por lo que vale como testigo de la gloria del supremo hacedor.

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