jueves, 11 de septiembre de 2008

Hemos leido: "Caídos, víctimas y mártires", de Vicente Cárcel Ortí


Este trabajo del cura valenciano Vicente Cárcel Ortí debería ser un trabajo de referencia llamado a continuar la obra de Antonio Montero (quien, por cierto, empleó como negro al fallecido Cándido). Y no. Caídos, víctimas y mártires parece en muchos pasajes una obra llamada a pedir perdón por haberse dejado matar. Donde se intenta igualar la represión de los nacionales con la de los rojos.

Y si eso lo dice un indocumentado, o alguien con intereses de parte, pongamos un homosexual supuestamente represaliado en los años 60 por su condición, y por tanto con poco interés en cantar loas o incluso con ser imparcial frente al franquismo, aun lo entenderíamos... pero que un sacerdote ponga en plano de igualdad la hecatombe sufrida a manos de los hoy republicanos, antaño rojos, con las muertes de los sacerdotes vascos es que olvida un pequeño matiz: mientras en una zona se les ejecutaba (con saña, odio e inquina, ferozmente y con un sadismo sin igual) por ser precisamente sacerdotes, en la otra se les fusilaba a pesar de serlo.

Esto, lo olvida convenientemente Vicente Cárcel. Una pena. Como lo es lo escaso de sus referencias a la mayor luz que hoy existe sobre la represión al clero: nuestro querido pater Ángel David Martín Rubio.

No gasten su dinero en esto. En alguna biblioteca pública podrán tomar en préstamo un ejemplar para ojearlo. No hace falta una visión con más profundidad de este texto casi perfectamente prescindible.

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