Que difícil resulta en ocasiones hablar del libro de un amigo. Y el
Pater Ángel David Martin Rubio es más que eso.
Pero en este caso, no hay dificultad ninguna. El consejo que se impone tras la lectura de
Los mitos de la represión en la guerra civil es, sin duda ni
ambajes, único: hay que leerlo.
Hay que leerlo porque pone negro sobre blanco muchas de las cosas que, si bien
intuíamos en algún caso y sabíamos en otro, son negadas o sepultadas en el más duro de los silencios por la manipuladora sociedad que nos rodea. Hay que
divulgarlo para romper con el síndrome de
Casandra: el sabernos con la verdad y que nadie nos haga el más mínimo caso.
Este libro es, sin dudas, un
picahielos estupendo para acabar con ese muro
frio que nos rodea y hace olvidar la historia. La historia de verdad, la única
que ocurrió, y no la que nos mienten.
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