jueves, 22 de noviembre de 2007

Firma invitada: "Ultimas conversaciones con Pilar Primo", de Prometeo Moya, analizado por Adriana I. Pena

Traemos a esta página a una invitada de lujo. Adriana I. Pena nos desmenuza, desde la otra orilla del charco, el texto de Prometeo Moya que tanta polvareda levantó hace un tiempo.

Leanlo. La crítica supera al texto en cuestión.
Ultimas conversaciones con Pilar Primo
Antonio Prometeo Moya
Madrid : Caballo de Troya, 2006.

No es de sorprender que mas de uno haya creído que la novela de Antonio Prometeo Moya "Ultimas conversaciones con Pilar Primo de Rivera" fuese una verdadera entrevista. Moya ha hecho bien su trabajo de escarbar la historia en busca de detalles significativos, y ha capturado la voz de Pilar y le ha dado realidad. El entrevistante es mas desdibujado - y esto contribuye a la verosimilitud ya que una buena entrevista trata de la personalidad del entrevistado, y el entrevistador debe ser lo mas invisible posible.

Como recreación de la personalidad de alguien que ha vivido mucho tiempo, visto mucho, hecho mucho, y ahora se enfrenta a la desaparición del mundo que ha conocido, la desintegración de lo que ella misma ha construido, y su próxima muerte, es magistral. En los recuerdos de infancia nos hace recordar que las figuras históricas han sido seres humanos, con todas sus peculiaridades, en vez de abstracciones ideológicas, lo cual es demasiado fácil de olvidar.

Sin embargo es en cierta manera decepcionante. Al leerla se siente que se ha perdido una oportunidad, que se ha derrochado en dilucidar conflictos ideológicos sin explorar un abismo mucho mas impasable. Pilar, la vieja falangista, si es adversaria al entrevistador no lo es por falangista sino por vieja. Para el entrevistador la República y la Guerra Civil son un tema académico, o, si es considerado de actualidad, es por su capacidad de servir para la retorica política del día. Para el, la República y la Guerra Civil han sido una realidad sangrante, una realidad en la que ella vivió y tomo decisiones, que pudieron o no ser acertadas, pero que deben estudiarse en su contexto.

El entrevistador, y me temo en cierta manera Moya, tropieza en un anacronismo básico, el de creer que nuestros antepasados eran como nosotros, solo que se vestían diferente. Se cree que lo que se sabe ahora se supo siempre, no que es la consecuencia del doloroso aprendizaje de nuestros antepasados, que si saben que ciertas opciones son malas es porque vieron que a la ultima persona que intento hacerlo hubo que recogerla con cucharita. Se miran los sucesos con el filtro de saber como terminaron, sin pensar que para los actores, ese final estaba oculto, y tuvieron que verlo desarrollarse desde un principio que ellos no llegaban a entender completamente.

Es así que cuando Pilar y el entrevistador discuten el mismo suceso lo hacen con ópticas diferentes, y si bien Pilar lo comprende, el entrevistador no se da cuenta. Es lo que se podría llamar el efecto de " La Séptima Víctima".

("La Séptima Víctima" es una película de suspenso/terror rodada en los 40. En una de sus escenas la protagonista esta tomando una ducha y aparece la sombra de una mujer sobre la cortina del baño. Para los que vieron la película originalmente la escena es ominosa, pero cuando nosotros la vemos saltamos de la silla con los pelos en punta. Porque? Porque recordamos otra película "Psicosis" rodada en los 60 en que la protagonista es asesinada a cuchilladas en la ducha.
Es así que juzgamos una película a través de otra muy posterior, y que le película que nosotros vemos no puede ser nunca la misma que vio la audiencia original).

Junto con los recuerdos de la guerra, Pilar atesora otros recuerdos, de innumerable detalles de la vida cotidiana que si se estudian pueden dar datos y pistas sobre los sucesos. Que significaba, por ejemplo la presencia de sirvientes en las casas respecto a los medios de las familias que las empleaban. Que significaba la falta de televisores y de automóviles para la mayoría de la población. Por medio de Pilar el entrevistador podría reconstruir una época perdida con sus hábitos, sus costumbres, sus expectaciones, y sus sabores.

(Es posible que la razón por la que viejos enemigos se amigan en el ocaso de sus vidas es porque reconocen que si quieren hablar de cosas del pasado con alguien que entienda de que están hablando tienen que echar mano a cualquiera que tenga su misma edad, sea quien sea).

Comparado con eso, con la posibilidad de reconstruir una atmósfera, con sus detalles, y reconstruir el proceso del cambio, el entrevistador prefiere atenerse a tópicos ideológicos, y a creer que las explicaciones de Pilar son excusas para no hablar de cosas que la avergüenzan (o que deberían avergonzarla en la opinión del entrevistador), y eso llega hasta el punto que el entrevistador pierde el sentido común, y debate seriamente las vagarías ideológicas de varios falangistas sin tomar en cuenta la edad promedio de la mayoría de ellos, y que jóvenes de esa edad, si no están guiados terminan creyendo cualquier cosa (porque los jóvenes, si bien tienen mucho idealismo y empuje tienen mal sentido de la dirección). O trata de dilucidar las maniobras de Pilar cuando Franco tomo posesión de la Falange - cuando hubiese sido mas corto decidir que Pilar no sabia mucho de intriga política - y probablemente no tenia una idea clara de que objetivos perseguir - y Franco si lo sabia, así que las maniobras de Pilar - y la de otros falangistas igualmente ineptos como intrigantes - terminaron con Franco en el poder.

Y así la novela llega al fin, con un final que quiere ser simbólico desde el punto de vista ideológico, pero que no aclara mucho. El tiempo de Pilar ha terminado. Nadie, o casi nadie habla su lenguaje. Los hombres y mujeres que ella trato se han convertido en símbolos y objetos de debate. Ella trata de hablar de lo que sabe, o lo que aprendió, o simplemente de lo que recuerda, pero como no se aviene a los debates de ahora, porque el lenguaje ha cambiado, no se puede comunicar. Luego viene la muerte y la silencia, y uno se pregunta si se ha aprendido algo, mas allá de eterno debate sobre el fascismo.


Adriana I. Pena

3 comentarios:

27 puntos dijo...

Adriana ¡ qué sorpresa tan agradable verte por aquí !

Como siempre colosal en tú analisis.

¡ Enhorabuena y quédate !

Jesús Sanz Rioja dijo...

Si es una novela, habrá que tomarla como tal. El incauto que piense que esa era Pilar, allá él.

27puntos dijo...

No es una novela Jesús Sanz Rioja .