lunes, 16 de julio de 2007

Hemos leido. "Marcelino pan y vino", de José Mª Sanchez-Silva



¿Habrá alguien que no viera la película de Vajda, con el genial Pablito Calvo?. Seguro que no. Es todo un clásico que, regularmente, vuelve a inundar catódicamente de paz nuestras casas. Por ello, quizá sea conveniente acercarse al papel. Papel para padres e hijos, para hermanos pequeños y sobrinos, para todos. Un texto que no solo es para todos los públicos, sino que debería ser de obligada lectura en el seno de las familias.

José Mª Sánchez-Silva, un niño de hospicio, supo sacar las virtudes de la infancia a la luz con ese pequeño inolvidable. Y lo hizo bien, para el caso el autor de Franco, ese hombre, Memorias de un niño de la calle, La adolescencia de Jesús nunca contada, La Burrita Non o este que nos ocupa, Marcelino pan y vino tenia múltiples premios, desde el Nacional de Literatura al internacional Andersen.

Es un libro fácil de leer y difícil de encajar en nuestro mundo. Pero no seguiré con la recomendación, que ya queda hecha, pues ¿para qué decir que Sánchez-Silva nos lleva a una luz brillante, si ahí esta el propio autor, esperándonos con la linterna?

2 comentarios:

Apunte y Crítica dijo...

Qué decir además del autor... pueden añadirse las "Aventuras de Marcelino Pan y Vino en el Cielo", "Historias menores de Marcelino Pan y Vino" y algunos otros relatos cortos. Siempre imaginativo, siempre tierno.

29octubre dijo...

Una anécdota... uno de los monjes en la película es Adriano Domínguez (sus memorias fueron publicadas por Dyrsa, la editorial de El Alcazar, el organo de los excombatientes, bajo el título "Memorias de un actor), que fue uno de los sobrevivientes del cruel atentado etarra a la cafetería California 47 de Madrid el 26 de mayo de 1979.

Este horror fue una provocación de ETA a lo que el sistema dio en llamar la "extrema derecha", pues tenian en esa cafetería un punto de reunión destacado en la época.