No les ocultaré que el alter ego del que firma estas crónicas se gana los garbanzos cotidianos como profesor universitario. Eso provoca algún efecto colateral, como recibir libros de regalo de instituciones y editoriales de tono bien diverso. De tono e interés. Alguno es leído con fruición y otros, que desde la portada desprenden un tufillo... no, tufillo no, un hedor maligno, con asco y desprecio.
Generalmente los dejo pasar a mi diestra, arqueandome en la lidia eterna con el mal y sus heraldos bibliográficos. Pero con este, haré una excepción.
Se trata de Alternativas a la cárcel en Euskadi: el trabajo en beneficio de la comunidad, de Aiala Olarte Hurtado
Empezamos mal. Empezamos mal porque no se muy bien que es esa entelequia de Euskadi, aunque me temo que con ese invento de un orate intentan hacer alusión a las provincias vascongadas. Y seguimos peor, porque la alternativa a la cárcel que yo daría no me atrevo a darla en publico, por si me detienen por peligroso subversivo.
Lo duro es que este trabajo es fruto de una beca de investigación del Arateko en el año 2004, lo que nos da idea de como se dan las becas en algunos lares, hablando de cuando "entraba en vigor en el estado español" la ley a la que hacen referencia. Quizá la autora sea de Namibia o Senegal, yo tenia entendido que las provincias a las que hacen referencia ¡son españolas!.
No lo lean, no pierdan el tiempo. Pero si lo quieren leer... no lo compren. Lo tienen aquí.
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