domingo, 29 de junio de 2008

Libros a pares. Escuadrillas azules


Inauguramos una nueva sección en este espacio de letras y cultura en general.

La idea de la misma es traer a colación parejas de libros que tengan alguna relación intensa entre sí: hablaremos de dos libros en paralelo, ora comparándolos, ora enfrentándolos, bien porque uno es réplica al otro, bien porque los reputamos complementarios, bien por cualquier circunstancia que, en cada caso, comentaremos.

Y para abrir boca, que mejor que rememorar esa última gesta española que fue la devolución de la visita que nos hizo Stalin a España, cuando nuestros mejores fueron al nido de la bestia para luchar contra ella: la División Azul.

Dentro de la bibliografía de la Blau, extensa y llena de matices, hubo siempre un agujero. Una hermana pobre: las escuadrillas azules.

Pues bien, traemos dos libros relativamente recientes (uno de ellos disponible hace pocas semanas en los kioskos) que tienen en común, además de este tema, su excelencia.

Así, por una parte Jorge Fernández-Coppel, y por la otra Carlos Caballero y Santiago Guillén, nos traen dos libros excelentes y me atrevería a decir que complementarios.

Mientras La Escuadrilla Azul, de Fernández Coppel nos acerca de una manera muy humana a los pilotos, a veces con descacharrantes anécdotas (como la de que les recibieron con el himno de Riego, por desconocimiento de la banda de música germana, o a las del teniente Zorita o el mecánico Urtusum, no se las pierdan), en Escuadrillas azules en Rusia, de Carlos Caballero y Santiago Guillén, nos encontramos con el rigor al que nos tiene acostumbrados Carlos Caballero, y crea casi un manual escolar, donde trata de no dejar cabo suelto. La impresionante dimensión de la colección fotográfica que acompaña el texto resulta un documento histórico de primera magnitud.

Hay más textos sobre el tema, aunque muy difíciles de localizar por la antigüedad de la edición, así que, si desean aprender sobre esto, no les queda más remedio que comprarlos y empaparse bien de ellos. Ya saben: Vista, suerte y al toro.

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