¿Hace falta presentar a Rafael García Serrano?. No, desde luego. Pero quizá si a este libro.
El domingo por la tarde es uno de los libros más "raros" del maestro. Raro por su estructura, narraciones que giran en torno a actividades lúdicas, fútbol y toros en resumen precipitado, y raro porque es uno de los que menos se ven en librerías de viejo (no hablemos de reediciones. No olvidemos que estamos ante un autor maldito).
A pesar de esa rareza, la estupenda calidad de sus páginas invita a buscarlo. A buscarlo y a devorarlo no un domingo por la tarde, no... sino un lunes, un martes, un miércoles o cualquier día de la semana.
Por destacar alguna de sus historias, me quedaría con la primera, "La instancia", donde puede uno respirar el ambiente burocrático de la restauración tal y como si se estuviéramos en medio de un ayuntamiento de un pequeño pueblo. Una maravilla.
En resumen, una pequeña joya. Y aquí el adjetivo pequeño, apunta tan solo al tamaño reducido de libro y a sus ¡ay! siempre reducidas páginas.
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