Una pena que éste libro de César Alcalá no se encuentre más allá del circuito de ocasión o de las librerías de viejo.
El tema de la represión fue brevemente estudiado durante los años del franquismo, más allá de la oficialidad (la Causa) o los monográficos (sobre todo, centrados en religiosos). Tuvo que venir la demagogia demoniocrática, hablando de como Franco se desayunaba niños crudos mojados en el chocolate, de la conversión de España en un campo de concentración, con sus hornos crematorios y frío de gulag, por supuesto, y el antagonismo de los buenos buenísimos republicanos (ya no rojos), para que empezaran a surgir, a modo de réplica, obras como ésta.
El autor ya ha tratado temas similares en otras ocasiones. Con La represión política en Cataluña (1936-1939), la acotación geográfica y temporal es evidente al venir en el título. Y lo mejor es que no se t rata de teorías o de imposibles referencias indemostrables, sino que viene con la prueba contundente de un listado inmenso de asesinados por el (¿lo decimos? ¡venga, lo diremos!) terror rojo.
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