Con el título de
Toda España era una cárcel, queda poco que aclarar sobre la ecuanimidad de este libro, más bodrio que ensayo, dedicado, como otros, a ensalzar el odio y la mentira de forma permanente.
A la sombra de la mal llamada memoria histórica (o memez histérica, ustedes mismos), los
Serrano, quizá padre e hijo, enquistan tonterías con falsedades, de forma eficiente, encajando alguna verdad con bulos, truncando cifras y recuerdos
adecuadamente reenfocados para denigrar a la Historia. A la de verdad, la que se escribe con mayúsculas.
Pocos consejos quedan para dar tras esta realidad constatada y
constatable: no lean el libro. No lo compren. Y si lo compran, no lo regalen, no le gasten esa
cerdada a ningún amigo suyo.
Ya saben que en las ciudades hay unos fabulosos contenedores de color azul. Sirven para reciclar papel:
úsenlos.
Pero cuidado, no les denuncien por arrojar material contaminado.
1 comentario:
Gracias por el consejo, lo seguiré fielmente.
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