En El hombre a quien Kipling dijo sí, de nuestro querido José Antonio Martín Otín, Petón, se habla de una relación romántica de José Antonio con la princesa Elizabeth Bibesco.
Se habla así mismo de un libro que ésta escribió y le dedicó una vez muerto: The Romantic.
Ignoramos si hay una edición del mismo en español. La hemos buscado y no la hemos encontrado. Como proyecto futuro, tenemos el traducirlo (ya hay algún voluntario para tan enojosa tarea, pero se aceptan más), aunque como eso va a tardar, al menos traemos aquí una edición original, en formato pdf, reproducción de la primera aparecida en lengua inglesa.
Si me quieren seguir el consejo: imprímanla, encuadernenla y pónganla en su anaquel especial. Justo al lado del libro de Petón.
3 comentarios:
No entiendo qué interés puede tener esta novela sólo por el hecho de que la autora se la haya dedicado a José Antonio.
Tampoco entiendo que de esta dedicatoria se deduzca que había una relación amorosa.
De esa relación no da fe la novela, sino el magnífico libro de Martín Otín, Petón, sobre José antonio, libro comentado aquí y cuya lectura más que recomendada, es imprescindible.
La lectura de "The Romantic", además de un interés biográfico (todos tendemos a dejar algo de nosotros cuando escribimos ficción), tiene el valor de retratar una época y una clase social por alguien muy próximo a José Antonio, que la vivió también. Eso ayuda a perfilar mucho el entorno del personaje, y a comprender en su medida las decisiones que tuvo que tomar con respecto a su propia vida.
El verdadero amor de Jose Antonio fue Pilar Azlor de Aragón y Guillamas, Duquesa de Luna, con ella penso el lider de la Falange casarse y formar una familia. El padre de Pilar fue el que quitó de la cabeza a su hija tal idea por el honor del nombre. Estuvieron de novios 6 años y estaban enamoradísimos, al final todo se truncó y Pilar ya con 26 años contrajo matrimonio con Mariano Urzaiz, Conde del Puerto.
Pero Jose Antonio nunca la olvidó, en su maleta cuando fue fusilado en Alicante aparecienron 2 fotos de Pilar, una de niña y otra con un vestido de noche de tul blanco de cuando era jovencita, que el conservo hasta su fusilamiento.
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