Cuando el marxismo o el anarquismo aparece por la puerta, la verdad sale por la ventana.
Y cuando la verdad vió a Francisco Olaya Morales hizo tres piruetas y salto mortal. En Los traidores de la guerra civil, se puede encontrar de todo, como por ejemplo que ¡Juan Aparicio preparó un atentado contra José Antonio! o que ¡Ricardo de La Cierva es un mal historiador!. Vemos que nos hemos pasado: se puede encontrar de todo, menos sentido común.
Resulta un libro embustero, cobarde, plagado de tópicos y de lecciones de democracia impartidas pro un anarcosindicalista que jamás supo lo que era eso, ni en su mocedad, ni en su juventud, ni mucho menos en su vejez, atrapado por sus propios recuerdos que tergiversados crean una realidad alternativa en la que vive tan cómodo. Mientras tanto, a los hechos ciertos, a los datos, que los zurzan. No permitamos que la realidad estropee una buena teoría, esa que nos habla de una segunda república seráfica que solo buscaba la paz y la armonía universal entre los hombres.
Y yo voy, y me lo creo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario