Justo después de "Dios ha nacido en el exilio", novela por la que se le entregó un "Goncourt" que hubo de rechazar tras la lloribundia y matonismo socialista, Vintila Horia escribió una novela también dedicada a los trasterrados y perseguidos: "Los Imposibles".
¿Puede uno arrostrar su destino y redimirse por el Amor? ¿Puede una mujer ser la "tierra prometida" para el exiliado? Hay grandes diferencias y grandes paralelismos entre las dos obras que hemos citado, pero parecen importar más las diferencias. En efecto, frente a la Fe de "Dios ha nacido..." se halla el personaje oscuro e innominado que carece de ella, y no puede salir de una realidad postbélica que parece no tener sentido. En "Los Imposibles" el país de acogida, bello y pacífico, es la Suiza del lago Lemán, de la burguesa Lausana y el retiro bucólico de Vevey. Sin embargo, el dolor, la nostalgia de un protagonista perseguido por su pasado son el hilo conductor. El protagonista sólo ve antagonismo en todo lo que rodea al Amor que parece conseguir, pero que en última instancia se escapa como la bruma. A ello se añade una narración vívida, con metáforas audaces y poéticas y una narración psicológica y llena de erudición, pero no por ello menos amena y emocionante.
El prototipo del intelectual exiliado describe en sus libros a otros exiliados. También tuvimos la ocasión de leer en "Literatura y Disidencia" (Col. Drácena, Madrid, 1980) un ensayo sobre los que, antes que exiliarse o morir, hubieron de vivir un espantoso "universo concentracionario" en la Unión Soviética. Estos y otros temas, trasuntos de su periplo vital, también informan muchos de los artículos de Horia, que ahora repesca Jesús Sanz Rioja en el "blog" http://vintila.blogspot.com/ cuya visita debemos recomendar vivamente.
"Los imposibles", en la edición española de la Colección "Áncora-delfín", Madrid, 1966, se puede adquirir en nuestro enlace SOS Libros. http://www.geocities.com/soslibros/
1 comentario:
Gracias por la recomendación y la pista de SOS libros. "Los imposibles" es uno de los que me faltan de Vintila.
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