
Se trata de un libro estupendo para esas mañanas caliginosas de agosto. Un texto que aguanta perfectamente los berridos de los niños y las broncas de la suegra. Una historia alternativa que provoca en el lector un estado de inmersión tal, que el mundo exterior pasa a un segundo plano.
Robert Harris, magnífico escritor con otros textos estupendos (El hijo de Stalin es la primera que me viene a la cabeza), nos ofrece, en Patria, un mundo donde Alemania no ha perdido la segunda guerra mundial y que expande sus fronteras desde Francia a la frontera asiática de la URSS. Inicia la acción en 1964, cuando se preparan los fastos del 75 aniversario del Fuhrer. La trama gira en torno a un cadáver de un anciano que aparece flotando en un lago de Berlin, un alto cargo del NDSAP.
No lo olviden: con Patria y una cerveza fresquita se olvidarán del calor.
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