martes, 29 de abril de 2008

Hemos leido: "Recuerdos de un soldado", de Heinz Guderian

Los libros de memorias de militares pueden ser brillantes si lo que cuentan es interesantes, o plúmbeos, si el militar no se sabe desprender un tanto del ordenancismo que lleva en la sangre para dejar paso al literato.

Con este libro, Recuerdos de un soldado, nos encontramos con una situación ambigua. Resulta interesante lo que Heinz Guderian nos cuenta, por haber estado el autor en los escenarios más apasionantes de la historia reciente. Pero como lean este libro en la cama por la noche, tengan claro que sus problemas de insomnio habrán acabado.

Así, encontramos junto con el punto de vista que tiene de Franco, páginas interminables donde se referencian batallas que podrían ser cubiertas con un par de líneas.

Un consejo: en los kioskos podrán encontrarla, dentro de la colección de Altaya dedicada a las memorias de guerra. Si es usted un apasionado de la historia militar, no lo dude, le gustará. Si no lo es, puede que en algún momento le aburra... pero de todas firmas su lectura deviene en imprescindible para comprender mejor ciertos puntos de la IIGM.

Hemos leido: "Anécdotas para después de una guerra", de Rafael Abella

Las situaciones más difíciles siempre dan juego para elaborar un anecdotario. Sobre todo si quien está detrás es un especialista en fragmentar la historia en trozos diminutos, que no es otra cosa más que eso un anecdotario bien llevado.

Y Rafael Abella es ese experto. Con Anécdotas para después de una guerra no construye un libro cómico, sino un puzzle, tomando noticias de acá y de acullá, sobre aquellos días en que España estaba destruida y su reconstrucción, tarea de todos, resultaba muy larga y dolorosa.

Se puede indicar que hay ciertas anécdotas elegidas con gusto políticamente correcto, con afán maniqueista de señalar a malos y buenos, y en algún caso esas indicaciones no serán exageradas. Pero en conjunto resulta un texto entretenido, que se deja leer y que además se hace en un periodo de tiempo muy breve.

Óptimo para momentos de ocio, o cuando no hay otra cosa a mano. No defrauda, aunque tenga muy poca chicha digerible. Un texto para la hamaca, más que para la mesa de despacho o estudio concienzudo.

Rescatado del anaquel: "Misión en España", de Claude G. Bowers

Un clásico, mil veces referenciado y mil y una veces mal citado. En Misión en España, el ex-embajador de EE.UU. Claude Bowers dice lo que dice, a despecho de unos y otros que pretenden leer en él lo que ellos hubieran querido que dijese.

No diremos que es un libro neutral, porque evidentemente no lo es. Los embajadores se deben a su país, no a la verdad, y eso Bowers lo cumple a rajatabla. Pero precisamente por lo estratégico de la situación del autor, y por la difusión que se le dio al libro, es una piedra fundamental en la bibliografía de la guerra civil.

Ejemplo de su neutralidad es el título de la tercera parte del libro: La guerra del eje contra la democracia española. Encontraremos perlas con gusto más amargo en su interior, no obstante... más vale leerlas uno mismo que verlas reproducidas en otros lugares sin percatarse de que han sido corregidas y aumentadas con aviesas intenciones.

Ahora bien, si se enfrentan a su lectura, háganlo con una taza de manzanilla al lado, no sea que lectura de capítulos como el de El martirio de los vascos se les indigeste. Sin alka-Selzter resulta tremendamente pesado.

Hemos leido: "Los nazis en Chile", de Victor Farias

Un libro de gran consumo, políticamente correcto. En numerosas ocasiones hemos dejado claro que los dirigentes nazis históricos no gozan de un exceso de nuestras simpatías, mientras que los actuales dejan mucho que desear... pero de ahí a ejercer el deporte de alancear a moros muertos va un trecho que no pensamos recorrer.

Este libro trata de recorrer la historia del partido nazi en esa gran nación hermana, Chile. Y decimos trata porque no llega a conseguirlo. Hay flecos, ataduras ideológicas por parte del autor, que hacen leer con prevención determinados pasajes, como aquel donde se da categoría de descubrimiento histórico, rozando con teorías de la conspiración, el hecho de que un soldado oven en la época, Augusto Pinochet, fuera suscriptor de su revista. Imagino que si hubiera estado suscrito al Ratón Mickey, hubiera sido catalogado de agente encubierto de la CIA.

Aun así, dado el páramo en que nos movemos sobre este apartado de la historia, Los nazis en Chile no deja de ser una obra de referencia. Nos guste o no el tratamiento que le da Víctor Fárias que, por otra parte, no resulta desatinado en numerosas ocasiones. Aunque patine en otras.

Hemos leido: "Las gafas de José Antonio", de Adriano Gómez Molina

Treinta y cinco años. Más de una generación separa este texto de Adriano Gómez Molina de otro libro donde el autor aborda a José Antonio, José Antonio, testimonio, comentado en este mismo sitio.

No nos encontramos ahora ante un recopilatorio, sino ante una biografía trufada de pequeños ensayos sobre la vida y obra de José Antonio.

Así, en Las gafas de José Antonio, se encuentran respuestas sorbe la relación de José Antonio con Hitler y los fascismos (pgs 73, 103 y 104), o su postura ante la muerte (pg. 291).

Pero encontramos mucho más. Encontramos una obra valiente que necesita ser leída. Mejor dicho: España necesita que se lea. Que se relea, y que se divulgue.

Y nosotros, humildemente, ponemos nuestro granito de arena: haganse con ella y leanla, devorenla, resumanla y difundanla. España, se lo agradecerá.

Rescatado del anaquel: "José Antonio, testimonio", de Adriano Gómez Molina

Una recopilación de textos de José Antonio. ¿Una recopilación?. Yo diría que, si exceptuamos las Obras Completas, este debería ser el libro para leer a José Antonio. Es la recopilación.

El prólogo que nos regala Adriano Gómez Molina es, sencillamente, antológico. Hay quienes hoy dicen pretender actualizar a José Antonio, cuando en realidad lo que persiguen es afiliarlo al PP. En este caso el autor, en una época donde la idea de actualizar el pensamiento de José Antonio sonaba a anatema (1969) , si bien no emprende esa titánica tarea, al menos crea unas bases firmes, contextualizando cuando debe hacerlo y discerniendo lo espontáneo de lo difícil.

En José Antonio, testimonio encontramos cuatro partes. La primera, dedicada a su visión de España. En la segunda, las vueltas sobre la crisis del sistema liberal. La tercera, aborda puntos de referencia para la creación de un nuevo orden político. Y la cuarta, muy modesta. sobre la intimidad personal de José Antonio. Resulta muy difícil escoger una de ellas para recomendarla aun más vivamente. Si eso fuera posible, me temo que sería esta última mi escogida.

Ahorre tiempo, no lea "Obras Incompletas", de Gloria Fuertes

Puede que alguno de ustedes recuerde con cariño de niño los poemas de Gloria Fuertes. La nostalgia, a veces, es un espejo cuarteado, que no nos deja ver claramente la realidad.

Y es que esta poetisa resulta un claro ejemplo de un camino que de tanto transitar produce cercos en la senda. Desde las páginas de Flechas y Pelayos, por aquello de la evolución políticamente incorrecta, devino en una suerte de ateísmo light que en ocasiones roza la blasfemia, cuando no entra en ella sin duda. Para muestra, bien vale un botón: la Zambra celestial resulta particularmente abominable.

Son estas Obras incompletas justamente eso: incompletas. En ellas no encontraran sus mejores momentos, cargados de amor, religión y patriotismo. Solo zarandajas y, porque no decirlo, odio.

Esta costumbre de amputar o autoamputar lo políticamente incorrecto hiede tanto, que es momento de tomar medidas profilácticas. Mejor prescindir a enfadarse.

Si quieren leer poesía, hagannos caso una vez más: háganse con un buen libro de Luis Rosales, y leanlo. No lo intenten con este, a menos que deseen padecer una indigestión.

lunes, 28 de abril de 2008

Número 4 de Disidencias.


La revista alternativa de ideas "Disidencias" saca a la luz su número 4º, con doscientas páginas.

Entre sus contenidos, no podía faltar, por supuesto, la referencia al segundo centenario del 2 de Mayo, y entre sus autores están Jorge Verstrynge, Alberto Buela, Giorgio Locchi, Antonio Brea, Jorge-Fernando Español, Emilio de Diego...

Que la disfruten, comprándola en la red o en las cada vez más librerías que venden por toda España, "Disidencias".

martes, 15 de abril de 2008

Textos de ayer para hoy. "Manolete y su tiempo", de Rafaél García Serrano


Traemos un artículo olvidado en los anaqueles de las hemerotecas de forma injusta.

Disfruten de él. Para ampliar la imagen, simplemente hagan "click" sobre ella.

Textos de ayer para hoy. "Una carta para Rafael García Serrano", de Carlos Eduardo de Soveral



Nos permitimos tomar de éste blog un documento histórico... que no necesita presentación alguna.

UNA CARTA PARA RAFAEL GARCIA SERRANO


Bayona, 8 de Septiembre de 1986
Señor
Don Rafael Garcia Serrano
MADRID
Mi muy admirado Rafael:
Llevo años leyéndote y admirándote. Y meses para decírtelo. Ahora (hará más de una semana), tras leer tu magnífico "Los bisontes y la técnica", me he decidido por fin a ponerte estos renglones.
Me introduzco y me explico sin ambages - entre camaradas -. Soy el n.º 139 de las Mocedades Portuguesas, en las que he, entre muchas cosas, fundado el Centro Universitario de Lisboa, del que fue el primer Comandante, y de las que me cupo la representación junto de vosotros en la concentración de Flechas, el Octubre del 38 (Sevilla), y en la Escuela de Mandos del S.E.U. en La Magdalena (Santander), el Agosto del 40 (1). En ésta, mi amigo, y seguramente tuyo, José Miguel Guitarte me nombró, a título honorífico, Jefe de Falange de la casi en seguida extinta Milícia Universitaria. Guardo de él, con dedicatória, algunas publicaciones suyas y otrosí un tomo de Discursos frente al Parlamento de José António, Ediciones F.E. - Año de la Victoria. Ahí, en el Albergue de Santander, me hice josé-antoniano para toda la vida, con una Fidelidad que nunca se marchitó, no obstante mi pura vinculación monárquica y tradicionalista. Advierte: pura (en Portugués, decimos lídima - por legítima): ya sabes: «Dios! que buen vasallo si...!» Cidiano, en efecto, o sea entre todos los fuegos, concretamente la romba espada marxista y la fria, glacial pared de la indiferencia burguesa. Como tu y, hoy dia,... pocos más. (...) Y allí, en la Magdalena, ha nacido mi inteligencia-amor de España - mi verdadera patria intelectual -, en la que he sido Lector de Portugués a lo largo de casi nueve años, sucesivamente en las Universidades de Salamanca, Barcelona y Santiago.
Habiendo recebido de Salazar, a mediados del 61 (y ello tras años de una por mi asumida publica y notoria inconformidad con una gobernación sin alas, de veras derecha-floja), la Subsecretaria de Estado de la Educación Nacional, con la misión de afrontar, al parecer, los problemas de la juventud portuguesa en el comienzo de nuestra guerra ultramarina, fundé (refundé) la Facultad de Filosofia y Letras de la Universidad de Oporto, en la que, sobre haber dejado la gobernación, fue profesor de diversas asignaturas (todas en el cruce de la Filosofia, la Historia y la Filologia latu sensu), para irme, el 1968, a Mozambique, a echar los cimientos y ser el primer Director de la Facultad de Filosofia y Letras de Lorenzo Marques, con los dos Institutos, de Psicologia y Estudios Humanísticos, que de ella dependian. (...) Tuve mis tres hijos luchando - uno por cada teatro de guerra - en Angola, Guinea y Mozambique: la razón capital de mi marcha a África, puesto que no entendia mantenerme lejos de la Dificultad cruenta máxime cuando en ella se hallaban mis hijos y los hijos de los demás, y era yo uno de los muy contados que intransigentemente sostenian el imperativo del esfuerzo bélico-castrense y, con mis escritos e intervenciones de todo tipo, más empujaba hacia él. Acrece que asaz tenia el corazón en el continente negro, donde - precisamente en Angola - habia vivido dos intensísimos años (1949-50), por los que he pagado con una fuerte tuberculosis pulmonar que (sin llegar a tus paroxismos) me retuvo en el lecho cerca de otros dos (a eso llamaba yo «una beca, bajo la condición de gozármela acostado...»), leyendo, estudiando, cavilando, y sufriendo la honda nostalgia de cuanto queda allende el mar - ese sentimiento del que ha supremamente padecido toda una familia que va diacrónicamente de Cortés a Liautey, pasando por nuestros Mousinho y Couceiro, encarcelados estos en las mezquindades y atonias metropolitanas que a uno impusieron el suicidio y a otro la incesante persecución del hombre ímpar desde todas las seudoposturas políticas -. La nostalgia-dictamen de la existencia como permanente riesgo e itineración. Dentro y fuera. A lo Platón.
Con la entrega del espacio ultramarino portugués por sus mismas Fuerzas Armadas, expresamente respaldadas por una asquerosa, vilísima mayoria sedicente nacional, decidí (...) no volver jamás a mi país y fuíme a cumplir once años de exilio en Sudáfrica, donde forzoso me fue ejercer labores algo duras y humildes - según Dios Señor permitió -. Transcurridos tales años en Pretoria, elegí España y en ella Galicia y en ésta Bayona para acabar mis dias. Motivos principales: mi moral-visceral imposibilidad de respirar la mayoritaria atmósfera de mi país (2), mi acrisolado amor de España, la enfin proximidad de Oporto, donde tengo a mi hija mayor y cuatro de mis nietos, hijos suyos. No fuera esa proximidad y hubiera escogido, sin ninguna duda, lo que más me proporcionara las dos eses del fjord: Silencio y Soledad. - Estoy en Bayona hace exactamente un año.
Te conozco desde siempre, merced a entrañables amigos comunes. Tambien por ello te tuteo y me confieso cual si contigo hubiera comunicado toda la vida. Lo que sí es verdad puesto que te he leído y sigo leyendo a partir del garcilasiano "Eugenio" - el pulcro, el terso, el apolíneo, el heroico y paradigmático proclamador de la primavera - la proclamación él mismo -, el muerto que yo, al igual que tu, «hubiera querido ser». Claro que, con plena conformidad, me he leído tus últimas obras, entre las que destaco "La gran esperanza" y "V Centenario", que ambas, hojeándolas reiteradamente, recomiendo a diestro y a siniestro. Calando en tu motivación más profunda, te celebro a la vez como uno de los máximos escritores de lengua castellana (¡que lejos quedan de ti casi todos los galardonados de las Letras en nuestro ominoso presente!), y te incluyo en la egregia cohorte de aquellos que han tenido este siglo que soportar-agradecer (dime quién te no ama...) la monstruosa campaña de silencio por la que te codeas con Ernest Von Salomon, Ezra Pound, Papini, La Varende (el mayor escritor galo de siempre), Marc Chadourne, el mismo Carrel, el mismo Gilson, los portugueses Sardinha e Hipólito Raposo, amén de Maeztu, Pradera, Muñoz Seca, Vegas Latapié y multitud de otros que conocemos, olvidados o sepultados vivos en todos cuadrantes nacionales. Hoy por hoy, que poco se habla de Ortega y que, menos todavia, se le lee... Me asombra el indefectible frescor de tu pluma (o tu espiritú), la fluidez, la amenidad y los giros de ella, tus prontitud y poder de sintesis, la hermosura, a la postre, de lo que escribes, sea lo que sea (3). Y tal sin escamoteo de una hispánica crudeza que expresa al hombre de guerra, al emparejador de las Armas y las Letras que eres, y de una sarcástica fibra picaresca, asumida por razones de hierro y diamante (4). Páginas tienes - perfectas - a las que lo mejor de Quevedo no rebasa.
Remataré con decirte que me asombra-entusiasma (Dios en nosotros) tu Fidelidad. (No se me van de la memoria tus tres Hernando Hernandorena - quince, cuarenta y cinco, setenta años - del Tercio de Montejura...) - Caigo en la cuenta, en el momento este, de que me estoy repitiendo a mucho de lo que han producido un Waldo de Mier y un Vizcaíno Casas - dos casos admirables -, que ambos recalcan las grandezas éticas y estéticas que esplenden en tu obra, no omitiendo Vizcaíno Casas la detenida alusión a tu condición cidiana y al telón de olvido y silencio que «echan la izquierda marxista y la derecha necia», en procurado detrimento tuyo. Y hago mias las palabras de tu amigo: «nuestro entrañable Rafael».
Pués aqui me tienes en calidad de lector, admirador, camarada, afín. Guardando contigo algunas profundas similitudes - aquellas por las que a Federico Nietzsche le gustaba decir que se sonrien los dioses -. Un atisbo de eso en lo más periférico: también yo, además de haber visto y recordar a las películas que has visto y recuerdas a lo largo de tus libros (hitos o mojones de una dichosa y despierta juventud en la que lo americano y lo alemán, tan entre si contradictorios, se sumaban a nuestra medula ibérica y nuestro afán de servicio renovador de la Pátria), también yo cuento larguísimo tiempo añorando a Emilio Salgari - mi obligada, insistente lectura de los once a los catorce años - y deseando la presencia de su obra completa (5) (ahora en Italiano) en mis anaqueles, al lado de las de Fenimore Cooper, Conan Doyle (mayormente en lo que éste preferia: sus novelas históricas), Maurice Leblanc, Jack London y otrosí Julio Verne que, tal como a ti, siempre me ha hecho poca gracia - cientificista, soso, resentido y burgués, cuyos íntimos y menos confesables complejos se hallan, cuatro décadas ha, sometidos a la lupa psicoanalítica -. A Verne tan sólo hoy, calmado muy relativamente mi ritmo interior y mi interno-externa necesidad de lucha y peripecia, puedo leer y en cierto grado apreciar. Ya ves que nuestra afinidad electiva, cuál diria el nunca viejo Goethe, asimismo en este punto se confirma. Como no habria de gustarme imensamente tu artículo? (Que por cierto enseña un soberbio vigor conglutinante, señaladamente en aquel trozo donde aunas estupendamente a Proust, Villon y Jorge Manrique, con un procedimiento mental que me hace evocar a Gracián.)
Te pondré dentro de un par de dias, Dios mediante, una nota - la 83 - algo añadida, de mis "Tensiones antropológicas en la cultura europea" - conferencia con la que he contribuido para el ciclo Presencia de Juristas Portugueses en Madrid, organizado por la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación el 1969 -. He sido invitado por Jordana de Pozas y Luís Legaz, a título de filósofo de la cultura y sociólogo del derecho. La nota, como luego verrás, tiene por objecto «los autores» (presuntos, se dice hoy con harto abuso...) «de una literatura para jóvenes».
Con cordialísimo abrazo, siempre arriba, tu
Carlos Eduardo de Soveral
Notas:
1 - A mis 66 años me gusta de veras recordar estas cosas.
2 - En la que no se siente en lo más mínimo la conciencia o una tan siquiera esfumada reminiscencia de que algo de maximamente trágico, negativo, destructor, acaeció a toda la Nación y su historia el 74...
3 – Es leer, pongamos por caso, las extraordinarias primeras páginas de tu tan amplio, fluyente y vivo, al nivel del título, "Cuando los dioses nacían en Extremadura". (Nota esta que añadimos en Junio de 2001.)
4 - Lo que dijo, cual seguramente recordarás, José Miguel Guitarte, con motivo de las muertes de Matias Montero y Alejandro Salazar - asesinado el primero por la espalda, cuando una tarde volvia a su casa, paseado el otro y hecho desaparecer sabe Dios como - .
5 - Sabrás que está ahora mismo saliendo en España uno que otro Sandokan, aunque rehecho y recortado o desfigurado cual pasa sin mudanza con Moby Dick - puede que la más ensayística novela de la literatura universal -. Y eso en colecciones para crios, demasiado crios.


domingo, 13 de abril de 2008

Hemos leido: "En el umbral de la hoguera", de Josefina Molina.

Literariamente, maravilloso. Teológicamente, suspenso.

Esta es la idea que el libro de Josefina Molina nos deja en la cabeza.

La autora, tras documentarse para la serie sobre la vida de Teresa de Jesús que TVE emitió, decidió darle a ese cúmulo de papeles forma de libro y lo hizo no con poca maestría, aunque reputamos con cierto desacierto religioso.

Ignoramos a la hora de escribir estas líneas que se dijo desde el episcopado, aunque trágicas anécdotas anteriores nos hacen suponer lo peor.

En resumen: si ustedes quieren pasar un buen rato leyendo líneas que solas bailan bajo sus ojos, háganse con En el umbral de la hoguera. Pero si lo que desean es un acercamiento a la santa, vivir el espíritu de Santa Teresa de Jesús, mucho nos tememos que el único medio sigue siendo el tradicional: adquieran un ejemplar de "Las moradas", viajen a Ávila, piérdanse por sus calles, por sus iglesias, en esa tierra de cantos y santos... y recen.

No hay otro consejo posible.

Hemos leido: "El día que mataron a Carrero Blanco", de Rafael Borrás

Siempre rodeado de libros, pero autor de pocos títulos, resulta Rafael Borrás un personaje imprescindible para los apasionados por la historia.

Ya sea desde Planeta, Palza & Janés, o cualesquier otra editorial donde ha recabado, su buen hacer editorial, sin limitar la publicación de autores por sus colores, permitiendo que coexistieran en los anaqueles gentes tan dispares como Diego Martínez Barrio, Fernando Vizcaíno Casas, Mariano Ansó, Torcuato Luca de Tena o Rafael García Serrano.

Este es pues, una de las pocas excepciones donde Rafael Borrás no está detrás del libro, sino delante. El día en que mataron a Carrero Blanco es uno de esos pocos volúmenes imprescindibles para conocer la historia. Para conocer un día... y las consecuencias de ese día.

Con un amplio despliegue de artículos publicados en esas fechas sobre el tema, el punto de vista de diversos protagonistas de la actualidad del momento, y convirtiéndose en algunos momentos más en un documental que en un libro, es uno de tantos textos de los que lamentamos que no se reeditasen a lo largo del tiempo.

Hemos leido: "Historia secreta de Annual", de Juan Pando

Este libro de Juan Pando suele adjetivarse con los mejores elogios. Y no es para menos, si nos detenemos únicamente en los profundos estudios y las exploraciones sobre el terreno que el autor ha hecho para sacar a luz datos que llevaban decenios durmiendo. Casi se podría afirmar que es el "libro de toda una vida".

Es cierto que ciertos pasajes de nuestra historia permanecen dormidos. La guerra de Marruecos es uno de ellos. Las generaciones actuales suelen mezclar, por aquello de los militares africanistas, o quizá sin necesidad de una explicación tan profunda, todo aquello con el franquismo. Hasta tal punto esto es así que uno de los personajes que surgieron con más fuerza de aquellos años, Millan Astray, se ve hoy asediado como golpista en el 36, con la petición de retirar sus estatuas... cuando en realidad estaba retirado por la ley Azaña unos cuantos años antes. Pero no importa, seguro que como militar, pensarán nuestros gobernantes, lo tiene bien merecido.

A pesar de todo lo dicho, adolece la Historia secreta de Annual de un fallo que reputamos tremendo y que debe provocar en el lector una lectura con reparos: su partidismo. No es historia aséptica, sino interesada. Y es entonces cuando deja de ser historia.

Hemos leido. "Conversaciones con el honorable Tarradellas", de Baltasar Porcel

Esto es un cara a cara con Tarradellas. Una charla de Baltasar Porcel con el "president", donde se habla de vida íntima, trayectoria política, finanzas....

Entonces ¿qué hace curioso Conversaciones con el honorable Tarradellas?. Sin ninguna duda, la respuesta está en lo lenguaraz que tenía el personaje.

Así, podemos leer en la página 27 como niega la corrupción de Franco, algo raro cuando uno está acostumbrado a que todos los males de España, desde Don Pelayo hasta nuestros días, incluyendo el hundimiento de el Carmelo (esto no es broma) tengan un único culpable: Franco.

Y por otra parte, una confesión que hay que saber leer: Tarradellas afirma que en agosto de 1936, esto es, escasos quince días después del alzamiento, ve la guerra perdida.

Lo que no deja de ser lógico, pensando en la organización tan disimil que reinaba en las dos retaguardias. O de donde salieron los mandos de uno, y los de los otros.

O, si se nos permite... de los fines perseguidos por los unos (o los hunos) y los otros (o los hotros).

Ahorre tiempo, no lea "Vint anys perduts?" de Albert Alay

¿Desea usted saber como se ha destrozado la idea de España en Cataluña?

¿Quiere tener noticia de primera mano, desde uno de los prohombres de Esquerra Republicana de Catalunya, Albert Alay?

¿Necesita que se mofen de su sentido común, que orinen en sus recuerdos, que construyan una historia alternativa, que aparezcan víctimas donde lo que hay son verdugos, que, en suma, se rían de usted?

Si es así, no lo dude, este es su libro. Lea Vint anys perduts?.

Pero si todo lo anterior le hace pensar más en un alarde de masoquismo, en una masturbación intelectual espúrea, inútil y además dolorosa, no solo no debe leer este libro, sino además permanecer alejado de él, informarse sobre en que librerías está, en que anaqueles reposa, y mantener una prudente distancia sanitaria, no vaya a ser que tenga que acudir a la como casi siempre colapsada Seguridad Social.

Seguridad Social, por cierto, creada por José Antonio Girón, nacionalsindicalista.

lunes, 7 de abril de 2008

I`ve got my mojo Working. Londres 1960-1966.


La "vida total" de los "mods" fue un extraño y curioso culto al hedonismo en el Londres de los años sesenta. Ángel de la Iglesia, el autor, nos sumerge en un submundo de jóvenes hastiados y deseosos de expresar su descontento con una estética y una forma de vida rápida, basada en la imposibilidad de una transición real de la infancia a la adultez, justo lo contrario que en nuestra España actual, con adolescentes de treinta y cuarenta años.

Aquellos jóvenes que se autodenominaron "mods" ( siguiendo los nuevos ritmos del "modern jazz"), desaparecieron como por ensalmo en poco más de una década, para volver a aparecer en los años setenta y en países como España, a principios de los ochenta. La prensa y algunos desaprensivos (también dentro de ese microcosmos) quisieron mezclarlos con violencia y guerras de bandas, y fue el cine el que consagró su mito con esa película fría, comercial y estereotipada que fue "Quadrophenia", haciendo bandera de la violencia y las drogas como reclamo comercial.
Al final quedan nombres para nostálgicos como Rod Stewart, The Who o incluso un cierto periplo de los "Rolling Stones", bordeando el mundo "mod" sin entrar realmente en él.

El autor y editor Ángel de la Iglesia, nos acerca un mundo que conoce a la perfección, y que ya desarrolló escribiendo en fanzines madrileños sobre el tema. Quizá el libro peca un tanto de abundancia de datos, especialmente para el público más profano, pero justamente eso es lo que hace que sea un retrato serio, una radiografía de una juventud que en España sólo se conoció muchos años después.

Palabra y Obra recomienda la curiosidad bibliográfica "I've got my mojo working", que se puede conseguir en la página de "Armas Tomar Ediciones.

sábado, 5 de abril de 2008

Rescatado del anaquel: "Ensayo biológico sobre Enrique IV de Castilla y su tiempo", de Gregorio Marañón.

Si a un humanista tremendo, médico excelente, pensador impagable, como era Gregorio Marañón, amante de la historia, se le ocurre estudiar a un personaje, podemos tener la certeza de que el resultado no solo no defraudará a nadie, sino que se convierte en un clásico del género.

Efectivamente, es lo que pasa con el Ensayo biológico sobre Enrique IV de Castilla y su tiempo. Un libro que, a pesar de su durante años múltiple edición y reedición, hoy se tiene que buscar afanósamente entre toneladas de ácaros y polvo en librerías de viejo o rastrillos.

Y es una pena, porque contiene algunas de las mejores notas jamás compuestas en la historia de España. Como no podía ser de otra manera si el arreglista no es otro más que Marañón.

Imprescindible.

Hemos leido. "El efecto carambola", de James Burke

El autor resulta ser una especie de detective de la ciencia. James Burke investiga las sorpresas, cambios y giros de la técnica y la ciencia durante años.

Por ejemplo: de todos es sabido que durante la Edad Media la comida picante era muy apreciada en Europa. ¿Porqué influyó esto en la creación de los zoos, los trenes, el aire acondicionado y algunos artefactos bélicos?. La respuesta, pueden encontrarla en estas páginas.

Leer El efecto carambola es una experiencia distinta. Tiene una suerte de "hiperenlaces" en el texto que permiten navegar de página a página haciendo un recorrido en zig zag, como en la web. Así, podemos conocer lo que tienen en común los jarrones Ming, las falsificaciones romanas, el azúcar del Brasil y Frankenstein con el socialismo y la geología.

Si desean liberar su mente de estrechas fajas lineales, si creen en lo que se ha dado en llamar "el efecto mariposa", si piensan que un solo acontecimiento cambiado hubiera dado como resultado una evolución diferente de la civilización, no lo duden: este libro les gustará.

Hemos leido. "Disraeli", de Andre Maurois

Un clásico, indudablemente. Difundido por Espasa Calpe durante nuestra guerra civil, las ediciones se fueron sucediendo desde 1937. Lamentablemente hoy no es tan fácil acceder a él.

Andre Maurois demuestra ser un maestro del género biográfico. La recreación histórica, tanto del entorno como del personaje, tiene pocas pegas que sacar. Desde una cómoda situación de lejanía, se aproxima a Disraelí tal y como el espectador de hoy ve un telefilm: con conocimiento de que no está dentro de la acción, pero con un completo dominio de las circunstancias que debe ponderar.

Resulta sumamente interesante la introducción histórica que hace el autor al referirse a la familia del biografiado: a su naturaleza judía, a las expulsiones de que estos fueron objeto primero en Inglaterra, después en Francia, más tarde en España... para terminar la familia regresando a Inglaterra desde Italia. Es interesante ver el camino por la que fue perdiendo la fe de sus mayores y alejándose de la estructura religiosa judía en Inglaterra.

En resumen: un clásico que no puede faltar en sus anaqueles.

Hemos leido. "Crónica de los carlistas", de Josep Carles Clemente

Estamos ante una historia de los carlistas. Una más, esta de manos amistosas hacia Carlos Hugo, y con esto los entendidos no necesitarán más datos.

Josep Carles Clemente hace un resumen histórico bastante potable en su primera parte, que va decayendo conforme se acerca al final.

De interés en esta Crónica de los carlistas el punto de vista sobre los contactos de Hedilla con Fal Conde, ya fuera de España, en Portugal.

Resulta un libro "familiar", tras ver tanta cita a obras de Javier Onrubia, que tanto entusiasmo en el falangismo demostró y que terminó enroscándose una boina roja en la cabeza.

Si ya conocen la historia de los carlistas, leanlo, les proporcionará nuevos matices.

Si no la conocen, no la lean aun, esperen. Escora demasiado hacia una familia carlista (la que muchos reputan como bastarda) como para proporcionar el carácter objetivo que debe facilitar una primera aproximación.

viernes, 4 de abril de 2008

Entrevista: Cesáreo Jarabo Jordán.

Cesáreo Jarabo Jordán es autor de "El aprendiz de Quijote" y recientemente ha publicado su tesis de final de licenciatura en Pedagogía "Los campamentos del Frente de Juventudes". Ambas obras pueden adquirirse contactando a su autor en el correo electrónico pensahispa@gmail.com así como en la página web http://www.pensamientohispanico.com/
Palabra y Obra ha realizado una mini entrevista con el autor, para abrir boca sobre sus escritos.


Palabra y Obra -¿Qué mensaje quiere transmitir al lector sobre ese trozo de historia que fue el Frente de Juventudes?


CJJ. Pretendo dar a conocer una etapa de la historia de España que alguien se obstina en ocultar, al tiempo que pretendo divulgar un modo de educar que permitió a España salir del subdesarrollo y encumbrarse en los primeros puestos culturales y económicos del mundo.

En el Frente de Juventudes se estimaba todo lo que hoy se deplora: La Justicia, la Libertad, la Disciplina, el Esfuerzo, la Dignidad humana, el Respeto por la propia vida y por la ajena, la Alegría, la Espontaneidad... Todas las virtudes que el sistema hoy imperante considera trasnochadas.

PyO-¿Considera que la "obra predilecta del régimen", como usted destaca, sirvió para educar a varias generaciones?

CJJ. Indudablemente, tanto el Frente de Juventudes como la Sección Femenina aportaron un bagaje extremadamente importante en la educación de la juventud española. Le aportaron confianza y conocimiento, y capacidad para desarrollarse cultural y humanamente.

Desgraciadamente, los demonios del pasado han resurgido e intentan hacer olvidar la historia y los logros conseguidos en el Frente de Juventudes.

PyO- ¿Qué queda del Frente de Juventudes?
CJJ. Quedan hombres que han sabido desarrollar su aprendizaje en el mundo laboral, en el mundo educativo, y en su familia.

Lamentablemente no quedan las estructuras por él forjadas, y su patrimonio ha sido deglutido por el mismo sistema.

PyO- ¿Ha encontrado interés en su obra, o más bien todo ha sido censura para la misma?

CJJ. Las estructuras del sistema, tanto a nivel académico como a nivel político, y muy concretamente el nivel municipal han condenado la obra al ostracismo. Hasta el extremo que el Ayuntamiento de mi pueblo, Gascueña (Cuenca), donde no se produce nada que pueda ser conocido como "cultura", se ha sentido ofendido porque tuve la falta de solicitar ayuda para la difusión de mi obra. Ni tan siquiera ha respondido a la solicitud.

Por lo que respecta al Ayuntamiento de Castellón, donde resido, no he osado decirles nada, ya que tengo otra triste experiencia con mi anterior obra "El Aprendiz de Quijote", de la que, sin comunicado alguno, me confiscó cincuenta ejemplares que había entregado para que fuesen repartidos en los institutos públicos, no sin antes insultarme en los medios de difusión del sistema.

PyO -Por favor, adelántenos algún proyecto de futuro, si es que hay algo y podemos saberlo.

CJJ. El proyecto más inminente (tan inminente que ya está en imprenta), es una obra conjunta con seis autores más relacionados con mi pueblo Gascueña (Cuenca), y sobre el que también tenemos la condena del ayuntamiento.

PyO -¿Desea añadir alguna cosa más?

CJJ. Espero que el pueblo español sepa encontrar el camino para sacudirse de encima el sistema opresor, y alcanzar la Patria, la Justicia y la Libertad que hoy nos son negadas.

Nosotros también lo esperamos, como también animamos a acudir a la presentación del libro en Castellón (8 de Abril a las 19:00 horas en Librería Argot, San Vicente, 16), Cuenca (15 de Abril a las 20 horas en el Centro Cultural Aguirre) y Burriana (22 de Abril a las 20:00 en el Centro Cultural de la Caja Rural).